Pasión por la verdad y amor por la humanidad distinguen a Benedicto XVI, dice Cardenal Bertone
VATICANO, 11 May. 10 (ACI).- El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, señaló que "la gran pasión por la verdad, el amor por la belleza y la atención genuina por la humanidad", son los aspectos más saltantes en el Papa Benedicto XVI, quien logra a través de su magisterio hacer comprensible las realidades de Dios a todos y cada uno de los hombres de hoy.
Así lo señala el Purpurado en el libro "El Último Secreto de Fátima", publicado por Giuseppe de Carli en Milán, en el que a modo de conversación, habla sobre este tema. En el capítulo titulado "Pasión por la verdad" dado a conocer por L'Osservatore Romano, el Cardenal Bertone señala que el Santo Padre "es un hombre de diálogo y escucha. Se presenta muy natural y asequible con cualquier que lo encuentra. De él se ve una dimensión de alegría que es contagiosa, fundada en la confianza y la esperanza. El Papa Benedicto es un trabajador incansable".
El Secretario de Estado comenta que Joseph Ratzinger, "como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe seguía cada acto y tema de estudio, revisaba la preparación de una multiplicidad de importantes publicaciones doctrinales y teológicas. Entre éstas, tal vez la más significativa fue la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica, de 1992, y el Compendio del mismo Catecismo, que salió en 2005. Son dos instrumentos utilísimos para la misión de evangelización y de enseñanza de la Iglesia".
"Desde su elección como Papa, he podido constatar que el Santo Padre sigue manteniendo un ritmo ordenado en lo que respecta a la oración, el estudio, los encuentros, los escritos, las alocuciones. Es un hombre que ama a Dios con profundidad, y que se considera a sí mismo –como dijo desde el balcón de la Basílica de San Pedro luego de su elección– un 'humilde trabajador en la viña del Señor' ".
Al hablar sobre los objetivos del pontificado de Benedicto XVI, el Cardenal Bertone señala que el Santo Padre "primero que nada busca proclamar el mensaje cristiano y esforzarse en un diálogo fructífero y abierto con el mundo. Desde el inicio de su pontificado se ha encaminado sobre las huellas de su predecesor el Papa Juan Pablo II en la plasmación del Concilio Vaticano II y ha señalado su deseo de trabajar por la plena unidad que Jesús ha pedido en la oración para sus discípulos en la Última Cena".
"Se esfuerza en aumentar un diálogo permanente con los creyentes de otras religiones, e incluso con quienes están en búsqueda de respuestas para los interrogantes más profundos de la vida".
El Papa, prosigue el Secretario de Estado, "alienta a todos a promover los valores fundamentales para el verdadero bien de la persona y la sociedad. Finalmente, sería reticente si no indicase que, como todo Papa, Benedicto XVI no está interesado en perseguir sus objetivos privados o personales. Él está profundamente convencido de estar llamado a hacer resplandecer la luz de Cristo ante los hombres y mujeres de hoy".
"No su luz, sino la de Cristo, que el Papa hace que la gente pueda ver resplandecer en sí mismo. De este modo se presenta a todos los sacerdotes como un ejemplo maravilloso", añade.
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