El Papa, cronista de los apóstoles
Llegó a la Argentina el libro en que Benedicto XVI describe cómo eran los discípulos elegidos por Jesús
Mariano De Vedia
Carácter decidido e impulsivo. Dispuesto a defender sus ideas incluso con la fuerza. Ingenuo, miedoso y honesto. Así describe Benedicto XVI, nada menos, a su antecesor y primer papa, San Pedro, uno de los discípulos elegidos por Jesús, en el libro Los apóstoles, cuya edición en español acaba de llegar a la Argentina.
Editado por Espasa, el libro presenta las semblanzas trazadas por el Pontífice de cada uno de los doce apóstoles que pusieron los cimientos de la Iglesia y la esparcieron por el mundo, a lo largo de los siglos.
"También entre los santos se producen conflictos, discordias y controversias", escribe Benedicto XVI, al destacar que los apóstoles, al igual que los cristianos santificados por la Iglesia, eran personas comunes, tan humanos como cualquiera, con sus fortalezas y debilidades.
El papa alemán, que asumió con una imagen identificada con la más severa ortodoxia, luego de su prolongada misión como custodio de la doctrina de la fe, suma, así, una nueva vía de acercamiento a los fieles de todo el mundo.
El libro llega tras el reciente disco Alma mater, en el que grabó cantos, plegarias marianas y reflexiones, y su cada vez más visitado sitio en Facebook, donde tiene 14.533 fans.
Apostolado
El Papa le dedica a cada uno de los apóstoles un capítulo en el libro. Incluso a Judas Iscariote, cuyo nombre "despierta entre los cristianos una reacción instintiva de reprobación y condena", escribe Benedicto XVI, que intenta explicar dos interrogantes que aún siguen abiertos: cómo es posible que Jesús lo eligiera y confiara en él, y por qué traicionó a Jesús.
Los apóstoles recoge las reflexiones que el Papa formuló en las audiencias generales de los miércoles, el encuentro semanal que mantiene con fieles que llegan a Roma desde distintos rincones del mundo.
El contenido, que indaga en los tiempos de la Iglesia primitiva, sigue la línea de Jesús de Nazaret, el libro que Benedicto XVI publicó en 2006, un año después de asumir como pontífice, que lleva vendidos más de 2,5 millones de ejemplares en todo el mundo.
La primera descripción es la de Pedro, pescador de Galilea. El Papa cuenta que es citado 154 veces con ese nombre en el Nuevo Testamento, a lo que corresponde sumar 75 menciones como Simón y otras 9 como Cefas, que significa piedra ("sobre esta piedra edificaré mi Iglesia...").
"Era un judío creyente y practicante, convencido de la presencia activa de Dios en la historia de su pueblo y dolido por no ver su acción poderosa en los sucesos de los que él era testigo", recuerda el Papa.
Sigue con Andrés, hermano de Pedro y discípulo de Juan el Bautista. "Su nombre no es hebreo, sino griego, señal significativa de que su familia tenía cierta apertura cultural", señala el Pontífice. Y menciona su muerte, en Patras, en una cruz con aspas transversales, llamada por eso "cruz de San Andrés".
Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, fue el primero en beber el cáliz de la Pasión en la Ultima Cena, y acompañó a Jesús, en Cafarnaún, cuando curó a la suegra de Pedro. Su hermano Juan es el "discípulo predilecto". Está junto con María al pie de la cruz y es el testigo de la tumba vacía en el momento de la resurrección.
Santiago el Menor era de Nazaret y, probablemente, pariente de Jesús. El Papa lo considera punto de referencia inevitable en la relación entre judíos y cristianos. En los cuatro relatos evangélicos, Felipe está siempre mencionado en el quinto lugar. "¿Llevo tanto tiempo con vosotros y no me has conocido?", le reprocha Jesús en la Ultima Cena cuando Felipe le pide con ingenuidad: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta".
Mateo, recaudador de impuestos, siguió a Jesús con prontitud. Es el autor del primer Evangelio, en hebreo, que no se conserva. El que se conoce es la versión en griego.
Tomás es el primero al que Jesús le reveló: "Yo soy el camino, la verdad y la vida", una frase que trascendió todos los tiempos y fronteras. "Cada vez que oímos o leemos estas palabras, podemos ponernos en la mente de Tomás e imaginar que el Señor habla también con nosotros como habló con él", señala el Papa.
Bartolomé, cuya figura aparece en la escena del Juicio Universal pintado por Miguel Angel en la capilla Sixtina; Simón, que mostraba "un ardiente celo por la identidad judía", y Judas Tadeo (no confundirlo con Judas Iscariote) completan el elenco de los apóstoles, que tras la traición en la noche de la Ultima Cena vuelven a ser doce, al incorporarse Matías, que fue elegido por sorteo.
Además de presentar a los apóstoles, con sus características peculiares, sus experiencias al lado de Jesús y los sucesos destacados de sus vidas, el Papa se explaya sobre los perfiles de otros personajes relevantes, de los que dice que "brillan como estrellas de primera magnitud en la historia de la Iglesia". Destaca especialmente las figuras de Pablo de Tarso, a quien define como "un gigante del apostolado y de la doctrina teológica"; sus colaboradores Timoteo y Tito; Esteban, el primer mártir, y otros discípulos de los primeros tiempos de la Iglesia.
El Papa reflexiona sobre las internas suscitadas en torno de la Iglesia, al señalar que entre los santos surgen, como en todos lados, conflictos, discordias y controversias. "Y esto me parece muy consolador, pues vemos que los santos no han caído del cielo. Son hombres como nosotros, también con problemas difíciles."
Y agrega: "La santidad no consiste en no equivocarse nunca o en no pecar. La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disposición para volver a empezar y, sobre todo, con la capacidad de reconciliación y de perdón".
Los Doce
· Pedro. Impulsivo y decidido, con carácter fuerte, ingenuo y miedoso.
· Andrés. Pescador, hermano de Pedro y el primero en seguir a Jesús.
· Santiago el Mayor. Bebió primero el cáliz de la Pasión. Predicó en España.
· Juan. Tenía un lugar relevante. Jesús le encarga preparar la Ultima Cena.
· Santiago el Menor. Nacido en Nazaret, predicó en Jerusalén.
· Mateo. Recaudador de impuestos. Escribió el primer Evangelio.
· Felipe. Formaba parte del grupo reducido que rodeaba a Jesús.
· Tomás. En un primer momento, no creía que Jesús hubiera resucitado.
· Bartolomé. Llamado a veces Natanael, evangelizó en la India.
· Simón, el cananeo. Mostraba un ardiente celo por la identidad judía.
· Judas Tadeo. Pregunta a Jesús por qué se revela sólo a los discípulos.
· Judas Iscariote. Traicionó a Jesús.
Fuente: Diario LA NACION (Buenos Aires – Argentina),
Llegó a la Argentina el libro en que Benedicto XVI describe cómo eran los discípulos elegidos por Jesús
Mariano De Vedia
Carácter decidido e impulsivo. Dispuesto a defender sus ideas incluso con la fuerza. Ingenuo, miedoso y honesto. Así describe Benedicto XVI, nada menos, a su antecesor y primer papa, San Pedro, uno de los discípulos elegidos por Jesús, en el libro Los apóstoles, cuya edición en español acaba de llegar a la Argentina.
Editado por Espasa, el libro presenta las semblanzas trazadas por el Pontífice de cada uno de los doce apóstoles que pusieron los cimientos de la Iglesia y la esparcieron por el mundo, a lo largo de los siglos.
"También entre los santos se producen conflictos, discordias y controversias", escribe Benedicto XVI, al destacar que los apóstoles, al igual que los cristianos santificados por la Iglesia, eran personas comunes, tan humanos como cualquiera, con sus fortalezas y debilidades.
El papa alemán, que asumió con una imagen identificada con la más severa ortodoxia, luego de su prolongada misión como custodio de la doctrina de la fe, suma, así, una nueva vía de acercamiento a los fieles de todo el mundo.
El libro llega tras el reciente disco Alma mater, en el que grabó cantos, plegarias marianas y reflexiones, y su cada vez más visitado sitio en Facebook, donde tiene 14.533 fans.
Apostolado
El Papa le dedica a cada uno de los apóstoles un capítulo en el libro. Incluso a Judas Iscariote, cuyo nombre "despierta entre los cristianos una reacción instintiva de reprobación y condena", escribe Benedicto XVI, que intenta explicar dos interrogantes que aún siguen abiertos: cómo es posible que Jesús lo eligiera y confiara en él, y por qué traicionó a Jesús.
Los apóstoles recoge las reflexiones que el Papa formuló en las audiencias generales de los miércoles, el encuentro semanal que mantiene con fieles que llegan a Roma desde distintos rincones del mundo.
El contenido, que indaga en los tiempos de la Iglesia primitiva, sigue la línea de Jesús de Nazaret, el libro que Benedicto XVI publicó en 2006, un año después de asumir como pontífice, que lleva vendidos más de 2,5 millones de ejemplares en todo el mundo.
La primera descripción es la de Pedro, pescador de Galilea. El Papa cuenta que es citado 154 veces con ese nombre en el Nuevo Testamento, a lo que corresponde sumar 75 menciones como Simón y otras 9 como Cefas, que significa piedra ("sobre esta piedra edificaré mi Iglesia...").
"Era un judío creyente y practicante, convencido de la presencia activa de Dios en la historia de su pueblo y dolido por no ver su acción poderosa en los sucesos de los que él era testigo", recuerda el Papa.
Sigue con Andrés, hermano de Pedro y discípulo de Juan el Bautista. "Su nombre no es hebreo, sino griego, señal significativa de que su familia tenía cierta apertura cultural", señala el Pontífice. Y menciona su muerte, en Patras, en una cruz con aspas transversales, llamada por eso "cruz de San Andrés".
Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, fue el primero en beber el cáliz de la Pasión en la Ultima Cena, y acompañó a Jesús, en Cafarnaún, cuando curó a la suegra de Pedro. Su hermano Juan es el "discípulo predilecto". Está junto con María al pie de la cruz y es el testigo de la tumba vacía en el momento de la resurrección.
Santiago el Menor era de Nazaret y, probablemente, pariente de Jesús. El Papa lo considera punto de referencia inevitable en la relación entre judíos y cristianos. En los cuatro relatos evangélicos, Felipe está siempre mencionado en el quinto lugar. "¿Llevo tanto tiempo con vosotros y no me has conocido?", le reprocha Jesús en la Ultima Cena cuando Felipe le pide con ingenuidad: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta".
Mateo, recaudador de impuestos, siguió a Jesús con prontitud. Es el autor del primer Evangelio, en hebreo, que no se conserva. El que se conoce es la versión en griego.
Tomás es el primero al que Jesús le reveló: "Yo soy el camino, la verdad y la vida", una frase que trascendió todos los tiempos y fronteras. "Cada vez que oímos o leemos estas palabras, podemos ponernos en la mente de Tomás e imaginar que el Señor habla también con nosotros como habló con él", señala el Papa.
Bartolomé, cuya figura aparece en la escena del Juicio Universal pintado por Miguel Angel en la capilla Sixtina; Simón, que mostraba "un ardiente celo por la identidad judía", y Judas Tadeo (no confundirlo con Judas Iscariote) completan el elenco de los apóstoles, que tras la traición en la noche de la Ultima Cena vuelven a ser doce, al incorporarse Matías, que fue elegido por sorteo.
Además de presentar a los apóstoles, con sus características peculiares, sus experiencias al lado de Jesús y los sucesos destacados de sus vidas, el Papa se explaya sobre los perfiles de otros personajes relevantes, de los que dice que "brillan como estrellas de primera magnitud en la historia de la Iglesia". Destaca especialmente las figuras de Pablo de Tarso, a quien define como "un gigante del apostolado y de la doctrina teológica"; sus colaboradores Timoteo y Tito; Esteban, el primer mártir, y otros discípulos de los primeros tiempos de la Iglesia.
El Papa reflexiona sobre las internas suscitadas en torno de la Iglesia, al señalar que entre los santos surgen, como en todos lados, conflictos, discordias y controversias. "Y esto me parece muy consolador, pues vemos que los santos no han caído del cielo. Son hombres como nosotros, también con problemas difíciles."
Y agrega: "La santidad no consiste en no equivocarse nunca o en no pecar. La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disposición para volver a empezar y, sobre todo, con la capacidad de reconciliación y de perdón".
Los Doce
· Pedro. Impulsivo y decidido, con carácter fuerte, ingenuo y miedoso.
· Andrés. Pescador, hermano de Pedro y el primero en seguir a Jesús.
· Santiago el Mayor. Bebió primero el cáliz de la Pasión. Predicó en España.
· Juan. Tenía un lugar relevante. Jesús le encarga preparar la Ultima Cena.
· Santiago el Menor. Nacido en Nazaret, predicó en Jerusalén.
· Mateo. Recaudador de impuestos. Escribió el primer Evangelio.
· Felipe. Formaba parte del grupo reducido que rodeaba a Jesús.
· Tomás. En un primer momento, no creía que Jesús hubiera resucitado.
· Bartolomé. Llamado a veces Natanael, evangelizó en la India.
· Simón, el cananeo. Mostraba un ardiente celo por la identidad judía.
· Judas Tadeo. Pregunta a Jesús por qué se revela sólo a los discípulos.
· Judas Iscariote. Traicionó a Jesús.
Fuente: Diario LA NACION (Buenos Aires – Argentina),
lunes 7 de diciembre del 2009
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